
Los vetones, un pueblo guerrero y  ganadero, los pobladores del  Valle de Ambroz,  fueron los fundadores de Segura.  Gracias  a un incremento de sus riquezas y recursos   levantaron castros (fortificaciones), intercambiaban productos a través de  una ruta prehistórica, el origen de la Vía de la Plata.  Su cultura se denominaba de los verracos o  Cogotas, origen del toro de piedra que preside actualmente la plaza del pueblo.
        
Los vetones sufrieron cambios con la conquista romana,  transformaron su forma de vida, su organización social, familiar  y sus creencias,  aceptando a los dioses romanos pero sin  olvidar sus viejos cultos al sol y a la luna. 
  En el año 61 a.C.  Julio César, gobernador de la Hispania  Ulterior (Hispania "la lejana"), hizo   que los pobladores abandonasen los asentamientos fortificados para evitar  el continuo saqueo causado por los vetones.  Los castros quedaron como pequeños núcleos.

        En el siglo XII, para vigilar la Ruta de la Plata a su paso por el Valle del Ambroz, los templarios construyeron el castillo de Segura. A su cargo quedó el conde de Sarria, maestre de los caballeros de Montegaudio, que controlaba la calzada romana y así Felipe II tuvo un pasillo para llegar a Coria






De izquierda a derecha. Estela del guerrero céltico, contrapeso de almazara, piedra base de moler, capitel romano y el verraco. El verraco junto al guerrero céltico fueron donados en 1969 al museo de las Veletas en Cáceres, donde actualmente están expuestos